(Archivado) Estudio clínico para la apnea obstructiva del sueño

El estudio del sueño está diseñado para personas con apnea del sueño que no utilizan CPAP. La finalidad de este estudio clínico es comprobar si un medicamento en fase de investigación es una opción de tratamiento segura y eficaz para las personas con apnea obstructiva del sueño.

Puede participar en el estudio si:

• Le han diagnosticado apnea obstructiva del sueño
• Tiene 18 años o más
• No utiliza una máquina CPAP
• Reciba una indemnización de hasta 1.910 dólares por molestias y desplazamientos

Si está interesado en participar, el médico y el personal del estudio revisarán con usted los criterios adicionales de elegibilidad y responderán a cualquier pregunta que pueda tener.

¿No puede utilizar CPAP? Participe en un estudio clínico sobre un posible nuevo tratamiento de la apnea del sueño.

(BPT) - Si le diagnostican apnea obstructiva del sueño (AOS), es probable que su médico le recomiende un tratamiento con un dispositivo médico llamado presión positiva continua en las vías respiratorias, o CPAP. Aunque la CPAP es el tratamiento más habitual y funciona bien en algunas personas, a más de la mitad de los pacientes les resulta incómoda y no pueden utilizarla. Esto hace que muchas personas corran el riesgo de sufrir las consecuencias de una AOS no tratada o infratratada.

Cómo afecta el SAOS a su salud

Las personas con SAOS tienen pausas en la respiración durante el sueño, denominadas apneas, cuando los músculos de la garganta se relajan con el sueño y bloquean la respiración normal. Como consecuencia, la calidad del sueño puede empeorar y provocar una sensación de cansancio excesivo durante el día.

Si padece AOS, es posible que experimente fatiga y somnolencia, lo que le dificultará desenvolverse en el trabajo y en casa. Esto puede repercutir negativamente en su vida.

A largo plazo, la AOS puede tener graves consecuencias crónicas para la salud. La AOS puede reducir los niveles de oxígeno en sangre y empeorar enfermedades como la diabetes, la hipertensión o la tensión arterial alta. A largo plazo, la AOS no tratada puede aumentar el riesgo de accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio.